miércoles, 10 de octubre de 2018

Encuesta de consumo cultural entre jóvenes universitarios

Los jóvenes ...¿consumen cultura?

Una de las atribuciones que, de, manera generalizada, se aplica a las nuevas generaciones es que viven sumergidos en la pantalla de sus móviles. Asimismo, también se suele afirmar que los jóvenes no realizan actividades culturales, pero ¿esto es cierto?

Para contestar esta cuestión, se han realizado un total de 103 encuestas entre los jóvenes universitarios. Con esta finalidad se les ha preguntado por: su consumo ocasional de cultura (teatro, cine…), el gasto mensual que destinan a la realización de estas actividades y también, sobre su grado de satisfacción con la cultura presente en la capital de España, entre otras preguntas.

En primer lugar, se ha realizado una clasificación a los encuestados según su sexo. De las 103 personas encuestadas, 47 de ellas han sido varones y 56 mujeres, es decir, un 48% y un 52% respectivamente. Curiosamente, en cuanto a consumo cultural se refiere, no existe diferencia. Ambos sexos realizan ocasionalmente actividades relacionadas con el mundo cultural.

En cuanto a la franja de edad más de un 50% de los encuestados se encuentran entre los 20 y 21 años y apenas un 3% supera los 30 años. Además, se crea un reflejo de la sociedad cuando se les pregunta cómo se enteran de las distintas actividades culturales. Las redes sociales son las protagonistas de cumplir está misión, pues un 90% afirma que es su principal fuente de información, seguido de las correspondientes páginas web, con un 55%. Mientras que, en último lugar, se encuentran los antiguos medios de comunicación como los periódicos o las revistas.

¿Qué actividades sueles realizar habitualmente?

La actividad que más realizan los jóvenes universitarios es la lectura de libros, periódicos y revistas. Tras haberles hecho la pregunta ¿Qué actividades sueles realizar habitualmente?” un 66% de los encuestados han elegido esa opción. La segunda actividad que más realizan los jóvenes universitarios es ver la televisión, con una tasa del 63,1% y, en tercer lugar, 49 personas de 103 encuestados, en total, aseguran ir al cine como actividad habitual. En menor medida, los jóvenes acuden a conciertos u obras de teatro (37,9%) y van a exposiciones (19,4%). Las actividades que menos practican los encuestados son aquellas relacionadas con el deporte, ir a librerías y recitales de poesía, escuchar música, asistencia a seminarios científicos, videojuegos, etc.


¿Cuándo realizan estas actividades?
Por otra parte, el momento del día en el que la mayoría de los jóvenes realizan estas actividades es por la tarde, con una tasa del 59,2%. Muchos otros, un 34%, prefieren la noche para hacer estas actividades. En menor medida, los encuestados realizan estas actividades por la mañana (5,8%) y al mediodía (1%).

En cuanto a la satisfacción con la oferta cultural, la gran mayoría está satisfecho ya que Madrid ofrece mucha actividad cultural variada para todos los públicos que se renueva con bastante frecuencia, además de múltiples actividades gratuitas. Sin embargo, encontramos objeciones en las actividades culturales en las que hay que pagar un precio elevado ya que un estudiante no puede permitírselo y en las actividades de la periferia de la capital en los pueblos, ya que o no es atractiva para los jóvenes o hay poca actividad y tienen que desplazarse siempre al centro. También hay quejas sobre la publicitación de las actividades culturales, ya que la consideran escasa y no es fácil enterarse de todas las posibilidades que la ciudad te puede ofrecer.

La actividad que más les gustaría realizar a los universitarios sería ir a más conciertos (59,2%), ir más al cine (52,4%) e ir a más exposiciones (26,2%). Al ver los resultados de esta pregunta podemos comprobar que los jóvenes están más interesados en la cultura mainstream que en las actividades culturales más clásicas como puede ser el teatro o los musicales.

Con respecto al gasto mensual que hacen en productos y actividades culturales, la mayoría de los encuestados suele gastar entre 10-20 euros (39,4%), mientras que en segundo lugar se encuentran los que gastan entre 5-10 euros al mes (25,2 %). Por último, encontramos que el 18,4% de los encuestados no llega a gastar 5 euros en cultura, y que tan sólo el 16,5% se gasta más de 20 euros al mes.

Estos últimos datos concuerdan con las respuestas a la pregunta realizada: ¿cuál crees que es la mayor barrera al consumo cultural entre los jóvenes universitarios?, donde el 79,6% de los encuestados atribuye al precio la mayor barrera para el consumo cultural, lo que explica por qué sólo el 16,5% gasta 20 euros al mes.

Otras barreras que consideran perjudiciales para el consumo de cultura son: poca información sobre las actividades culturales que se ofertan, falta de tiempo y falta de interés por la cultura entre los jóvenes.

Referente a las sugerencias propuestas para aumentar el consumo cultural en España, más del 50% de los encuestados sugirió que el principal problema consistía en que los precios eran muy elevados, manifestando que deberían bajarse, hecho que podría conseguirse con una reducción del IVA cultural.

Otra petición fue subvencionar ciertos eventos por parte de las administraciones públicas con la intención de acercar la cultura a los ciudadanos, y que sea el Estado quien promueva (mediante financiación, distribución y difusión) la producción y el acceso de toda la población a los bienes culturales, desplazando el monopolio de la industria privada.

También demandaron más información en algunos municipios porque la existente es escasa, coincidiendo con la poca oferta cultural, para lo cual proponen destinar más tiempo a la revisión de las ofertas actuales que se ofrecen en otros destinos que cuentan con mayor repercusión, con el objetivo de mejorar e invertir en la oferta cultural local haciéndola más accesible a todos.

Además, varios de nuestros entrevistados ahondaron en lo concerniente a una enseñanza enfocada en la cultura y motivada desde pequeños, educar de modo que sea más atractiva.

Lamentablemente, a la luz de los resultados de las encuestas hemos podido comprobar que, aunque de manera minoritaria, algunos de los jóvenes creen que en este país no hay solución, que no es rentable y que la mayoría de la gente no quiere cultura, no lee, ni se informa de nada... que ya es demasiado tarde.

A través de este estudio nos damos cuenta de las preocupaciones y las necesidades que demandan los jóvenes adultos en materia de cultura, ya que la mayoría de los encuestados se sitúan entre los 19 y los 23 años. Para las personas de estas edades, que han respondido a la encuesta, la literatura y la prensa sigue siendo su actividad cultural preferida. La televisión, al ser el centro de los hogares, se encuentra en segundo lugar, y en tercer lugar el cine sigue atrayendo a los jóvenes, con una oferta cada vez más orientada para satisfacer la diversión de las personas jóvenes.

Más de la mitad de los encuestados realizan sus actividades durante la tarde, donde se condensa la mayor parte de la oferta cultural, como las sesiones de cine o las obras teatrales, mostrando el periodo del día en el que más tiempo disponen para el ocio y la cultura.

La difusión de la oferta cultural ha cambiado. Los medios de difusión tradicionales ya no son los más consultados por la población joven, ocupando este lugar Internet y las redes sociales. Las instituciones culturales deben saber atraer a la sociedad mediante sus anuncios a través de las redes sociales y las webs si quieren crecer.

La gran noticia que se puede sacar del estudio es que los encuestados, en su mayoría, piensan que la oferta cultural en su ciudad de residencia es bastante aceptable, lo que permite acceder a la cultura con mayor facilidad. No obstante, los jóvenes consideran que el precio de las entradas es abusivo, siendo la gran barrera con la que se encuentran en el momento de acudir a actividades culturales. A esta problemática añaden la falta de concienciación para consumir cultura y la, a veces, pobre información sobre la cartelera o las exposiciones.

No existen demasiados motivos para alarmarse en exceso, ya que un gran número de personas encuestadas consumen cultura y quieren seguir haciéndolo, pero encuentran barreras que hacen más difícil acudir a un concierto, a una sala de cine o a un teatro. Las instituciones deben dar más facilidades a la sociedad para empaparse de conocimientos. Si esto no sucede hay un gran riesgo de que las personas jóvenes pierdan el interés en algo tan importante como su formación cultural.

Conclusiones propias

Los tiempos van cambiando. Pese a que la mayoría afirma que hay una gran oferta cultural en su propia ciudad, pocos consumen parte de ella. El desmesurado precio, según enfatizaban algunos encuestados, no acompaña. Los ingresos que tienen los estudiantes, no resulta compatible para el consumo de la cultura. Asimismo, la cultura aparentemente paree estar en crisis, sigue siendo consumida. Aunque parece que se encuentra en crisis, es sólo una apariencia. Se consume, pero con unos precios más reducidos, está barrera sería derribada, llegando a un consumo mayor. 

-Redacción Grupal