Su voz es su rasgo más llamativo y
reconocible. Paloma del Río, se ha convertido en un referente en el ámbito de
la retransmisión deportiva en un terreno dominado por el sexo masculino. Del
Río aporta esta representación y visibilidad necesaria en los últimos tiempos.
Las mujeres tenemos un nombre, no somos mujer
de o amiga de, algo lógico pero
que parece pasar inadvertido.
Imagen extraída de: ABC.es |
Aunque en un inicio la periodista
no fuera consciente de la discriminación (pues parece que sólo se cree cuando
se ve), se ha consolidado en un puesto dominado por los hombres. En esta
ocasión, dejamos a un lado su brillante y progresiva vida profesional, para
centrarnos en un tema igual o más de importante y que, por desgracia, suele
pasar por un segundo plano: la mujer en
el periodismo deportivo.
Paloma afirmaba: “empecé a darme
cuenta del maltrato de los éxitos deportivos de las mujeres, cuando empecé a hacer
las retransmisiones de gimnasia”. En un mundo masculino, hecho por hombres y
destinado a estos, la mujer parece ser la nota discordante en esta ecuación. No
obstante, esta simple observación debería haberse quedado enterrada en el
pasado; pero es un hecho de que la igualdad no ha llegado y parece estar muy
lejana, pues se debe empezar a cambiar esta visibilidad. La perseverancia de
Paloma logró que, poco a poco, se fuera introduciendo el deporte femenino
gozando así de una mayor representación. Las mujeres somos casi el cincuenta
por cierto de la población y no tenemos la misma visibilidad,
independientemente del campo: “Las mujeres somos, por sistema, invisibilizadas
o silenciadas”, sentencia Paloma del Río.
Tan sólo hay que ver como son
transmitidas las competiciones deportivas. Pocas mujeres ocupan los altos
cargos. Mujeres que están igual o mejor preparadas, se debe empezar a
visibilizar esto, porque si no se hace parece que no ocurre. Como se suele
decir una imagen vale más que mil palabras. Debemos empezar a alzar la voz y
buscar una mayor representación en este mundo.
Asimismo, cuenta la situación
actual que se está viviendo en la televisión pública tras la prohibición de
emitir contenidos publicitarios. La escasa información y la continuidad en el
mundo deportivo femenino es inmenso: Ona Carbonell, Almudena Cid, Mireia
Belmonte… Sin embargo, en los medios pasamos a ser la novia de o hija
de…carecemos de nombre en estas modalidades, a pesar de tener colgados un metal
bajo el cuello. Infravaloramos así la visión de las féminas. Independientemente
del papel o los logros que posea.
En nosotros está el cambio. El romper
la monotonía y patriarcado. Debemos igualar esta situación. No podemos hacer
esto solas, debemos “saber más allá de los límites, saber lo que queremos…, eso
es lo que queremos, eso es lo que nos diferencia del resto.