Pablo
Ramos cruzó las puertas de la Facultad de las Ciencias de la Información hace
años, fascinado ante la idea de empezar una nueva aventura. Ahora vuelve a
traspasar las puertas de la que fuera su casa con la misma ilusión. Sin duda,
Pablo nunca pensaría a sus dieciocho años que una idea algo “descabellada” que
tuvo con dos amigos suyos de la universidad, iba a permitirle salir de las
aulas antes de tiempo. Una idea relacionada con su pasión, el fútbol, atraería
a grandes magnates de la comunicación. Pablo cuenta esa experiencia y enseña
que se debe confiar en uno mismo, defendiendo tus propios proyectos.
Desde
pequeño ha tenido una pasión que le ha acompañado a lo largo de su vida: el
fútbol. Este deporte ha estado ligado en su día a día, – como la de muchos
otros – la suerte quisó que coincidiera y compartiera su pasión con otros dos
estudiantes de su clase. Entre charlas apasionadas, preguntas y bromas…
procedieron a crear, ellos tres, un pequeño proyecto, mientras continuaban
acudiendo a clase un día más. De esta manera, nació la página web de Futboleando.com, como no podía ser de
otra, el fútbol tenía que ser el líder indiscutible del juego.
Actualmente,
este pequeño proyecto que no pretendía alcanzar la extensión que hoy en día
tiene, goza de un gran número de seguidores. Este pequeño proyecto se puede
encontrar fácilmente, a través de cualquier buscador y es un juego de preguntas
y respuestas – como toda la vida – ambientado en el terreno futbolístico. Tiene
el formato parecido al juego Trivial,
con la variación de que concentra sus preguntas en el “quesito naranja”
(deportes). Especializándose, concretamente, en aquellas que se centren en el
fútbol. Así, este juego tiene la finalidad de juntar los diferentes personajes,
quién los reúna del juego para poder convertirse en el ganador indiscutible.
A
través de la creación de esta web, por la mente de Pablo empezaron a circular
muchas otras ideas de negocio. De esta manera, formo parte de la creación de
una de las primeras redes sociales, que tenían como punto en común el deporte,
bajo el nombre de Futmi. Sin duda, este fue un momento de consolidación de
Pablo que veía como su trabajo estaba reconocido por los distintos jugadores y
también, por los equipos futbolísticos. Esta red social atrajo la atención de
grandes magnates de la comunicación. La plataforma finalmente es comprada por
el grupo Intercom, sin embargo, tras seis meses esta plataforma se va a la
quiebra.
Lejos
de desanimarse Pablo Ramos continuó trabajando: consiguió centrar la atención
de Trivum Comunicación, una agencia
de comunicación única, que saltó a la fama, por su primer cliente: Santiago
Simeone. Esta agencia garantizaba a los hombres del fútbol estar cubiertos en
el panorama comunicativo. Pero Pablo, pese a su éxito, continua con su
andadura; no ha querido centrarse en un éxito, sino en continuar elaborando y
pensando nuevas ideas.